Editorial: Todo sigue dependiendo de Ben

-Por Carlos Ortega

Amigos de Steelers 360 sabemos que la NFL es una liga de QBs en términos generales. Sin duda es la posición más importante pues el QB toca el balón en todos (o casi todos) los snaps ofensivos. El QB toma decisiones, participa activamente en el plan de juego ofensivo, cambia o mantiene la jugada dependiendo de su lectura, escoge sus objetivos, lanza el balón corto o largo, o decide si le entrega el balón al RB. El QB sin duda es la posición más importante y esta es una liga de QBs.

Pero cuando hablamos de los Steelers y de Ben Roethlisberger la situación no sólo es importante sino también determinante.

Años vienen y van y la gran constante de nuestro equipo sigue siendo el #7

Muchos años hablamos de que este equipo «vive y muere del brazo de Big Ben». Y así es. Especialmente esta situación creció exponencialmente a partir de la temporada 2018 en que nuestro equipo dejó de confiar en su corredor (James Conner) y coincidió con la salida de Todd Haley y el ascenso del infame Randy Fichtner.

Y así, en 2018 morimos del brazo de Ben; en 2019 morimos sin el brazo de Ben; y en 2020 morimos por la falta de brazo de Ben

Mucho he comentado en este y otros espacios que es momento de dejar de «vivir y morir del brazo de Ben». Y al parecer con el ascenso de Matt Canada (un OC comprometido con el juego terrestre), la llegada de Najee Harris (que esperemos haga época en el equipo), la renovación de la OL y la llegada de Adrian Klemm como coach de dicha unidad, esta situación puede llegar a cambiar y se abre la posibilidad de dejar de depender excesivamente de Big Ben y su brazo.

Sin embargo no echemos las campanas al vuelo. Es posible que nuestro equipo tenga los elementos para lograr esto, pero la sola presencia de Ben sigue haciendo a nuestro equipo dependiente de él.

Es posible que nuestro equipo NO viva o muera del brazo de Ben, pero seguramente nuestro equipo en 2021 va a vivir y morir de acuerdo a la voluntad de Ben.

Me explico:

Mucho del éxito ofensivo de nuestro equipo va a depender de la voluntad de Ben Roethlisberger para aceptar los cambios que se hicieron y adaptarse a nuevas circunstancias.

De entrada tiene que darse cuenta que el OC ya no es su amigo y quasi empleado Randy. Ahora es un tipo nuevo, con ideas muy claras en cuanto a lo que quiere y que seguramente buscará adaptar algunas cosas, pero hay otras que Ben tendrá que aceptar. Y ahí es donde empiezan los problemas.

• Al inicio de la temporada 2020, en los primeros 6 partidos los Steelers eran un equipo Top 5 en pre-snap motion, sin embargo en cuanto Ben dijo públicamente que le incomodaba tanto movimiento, lo eliminaron y con ello murió el juego terrestre.
• En el partido contra Denver le mandaron 3 jugadas seguidas de RPO y en ninguna hizo lectura (de haber hecho lectura, Conner pudo haber tenido una carrera de más de 30 yds). Al final del partido dijo públicamente que no le gustaban las jugadas de RPO y sólo le mandaron 2 el resto de la temporada
• En la segunda mitad de la temporada dijo públicamente que no se sentía cómodo ejecutando jugadas de play action. Mucho menos si era tomando el snap bajo centro. No más jugadas de play action para Ben

El gran problema de cara a 2021 es que la ofensiva de Matt Canada está basada en precisamente en dos fundamentos: engañar al rival y hacer lecturas. Y para esto usa como sus principales recursos justo los que Ben desestimó en 2020 porque no se sentía cómodo: play action, RPO, pre-snap motion y shifts. Amén de que, como lo ha expresado en múltiples ocasiones en años previos, Mr. Canada demanda 4 cuestiones básicas de sus QB: muchísimo estudio, trabajo duro, lectura y RACK.

Con el RACK no tiene problema pues se trata de poner el balón en el lugar perfecto para que el WR lo reciba y pueda correr y conseguir YAC. Eso vaya que lo sabe hacer bien y con gusto Benjamin Todd Sr.

Pero el problema son las otras 3:

• El estudio no es algo que le guste a Ben. Todos lo sabemos y el propio Bruce Arians quien fue su OC lo dijo de manera muy clara: «a Ben no le gusta estudiar, no le gusta ver vídeo. A Ben sólo le gusta salir y jugar». Mientras que Canada afirma que su juego ofensivo depende de la lectura del Safety. Afirma que en todas las defensivas hay un Safety que «habla» y que para poder escucharlo hay que ver mucho vídeo. Y también afirma que ver mucho vídeo del rival permite poder ver todo lo que puede pasar antes de que ocurra.

• Del trabajo físico mejor no hablamos. Ya sabemos que no le gusta a Ben. Y tampoco le gusta mucho el trabajo en general. Todo mundo sabe que descansa los miércoles y los jueves sólo se presenta a lanzar pases para aflojar, pero cero jugadas a velocidad o con contacto.

• Y en cuanto a la lectura, hay que remontarnos al punto del estudio. Si no estudia a fondo el vídeo con las tendencias defensivas de sus rivales, no va a ejecutar las lecturas. Y ya hemos visto que si le mandan RPO tampoco va a ejecutar las lecturas.

El día de hoy, el funcionamiento ofensivo de nuestro equipo depende de Ben, y más específicamente de la voluntad de Ben.

Si Ben Roethlisberger decide convertirse en un administrador del juego y tiene la voluntad de aprender, estudiar y ejecutar algo nuevo aunque le parezca incómodo, nuestra ofensiva va a caminar muy bien pues el juego terrestre va a funcionar y le va a quitar presión. Pero si por el contrario empieza con sus quejas y críticas al sistema ofensivo y a las nuevas disposiciones de su OC, entonces empezarán los problemas con Matt Canada y nuestra ofensiva se irá al carajo porque ya sabemos que para Mike Tomlin lo más importante no es como funcione la ofensiva, sino que su QB se sienta feliz.

Así las cosas en la ofensiva de Steelers de cara a 2021.