Editorial: Una noche con tres historias descomunales

-Por Carlos Ortega

Amigos de Steelers 360, antes que nada reciban nuestros mejores deseos para el año que comienza, tanto en lo personal, como en lo laboral y obviamente para nuestros Steelers.

Por fin algo digno para escribir. La verdad es que me había ausentado durante muchas semanas pues nuestro equipo cayó en un círculo vicioso en el cual no había nada digno de contar y lo peor del asunto es que las cosas se habían vuelto un tanto monótonas en muchos sentidos y ustedes merecen algo más que escribir sobre los mismos defectos y pocas virtudes cada semana.

Pero la noche de anoche fue especial. Fue una noche que aglomeró 3 historias dignas de ser contadas.

HEINZ (Y LA NACION DE ACERO EN EL MUNDO) SE RINDE ANTE UN GRANDE

No hay plazo que no se cumpla y la noche del lunes Ben Roethlisberger jugó su último partido en Heinz Field como QB de los Steelers. El estadio era un hervidero de emociones, sensaciones y nervios listos para estallar. Y así fue. En un final digno de película.

Hay que decirlo, no fue el mejor partido de nuestro QB. Tampoco el peor pero consiguió dos récords que seguro nadie quería. Por un lado empató a Terry Bradshaw como el QB con más INT lanzadas en su carrera (210) y por el otro consiguió la menor cantidad de yardas para un QB lanzando al menos 45 veces el balón en la historia de la NFL.

Pero nada de eso podía opacar la fiesta de Ben. Con un 1:10 en el reloj de juego, todo indicaba que los Steelers correrían para lograr un 1st down y después dar paso a la V-Formation del #7. Pero un inesperado (y espectacular TD) de Najee Harris parecía que opacaría ese momento. 4 jugadas después la D le devolvería al gran Capitán el mando a través de una INT de Norwood. La fiesta estaba completa y por fin ese hervidero que era Heinz Field pudo estallar.

Un colofón épico para una noche perfecta

Fue simplemente impresionante la manera en que un estadio entero y la Nación de Acero esparcida por el mundo nos rendimos ante la grandeza de Benjamin Todd Roethlisberger Jr. Sin duda lo ideal hubiera sido verlo irse levantando un Trofeo Lombardi, pero lo que vivió Ben anoche no lo va a olvidar el resto de su vida pues no hay ningún otro lugar como Heinz Field. Tal vez Elway o Manning se despidieron con un Lombardi, pero ninguno de los dos tuvo una despedida apoteósica como la que vimos anoche. No sabemos como será la despedida de Brady pero estoy seguro que no será vestido con el uniforme de Pats en Gillette Stadium. Ni el propio Terry Bradshaw tuvo una despedida en su estadio, con su gente y ganando.

Aún le queda una escala en este viaje al gran Ben Roethlisberger. Y que mejor que poner punto final a una legendaria carrera que en el lugar donde empezó todo un 19 de septiembre de 2004, en la ciudad del máximo rival: Baltimore. Y es tan grande la figura de este muchacho nacido en Lima, Ohio que es capaz de, sin importar el resultado final, poner a sus pies a la casa del rival más acérrimo que enfrentó.

Nuestro guerrero ya recorrió la parte más difícil del camino, y en muy poco tiempo lo veremos entrar por la puerta grande al Valhalla de la NFL, ese lugar en Canton donde sólo los inmortales tienen permitido habitar por siempre.

DPOY A LA VISTA…WATT ES UNA BESTIA

La noche de anoche también fue una gran historia para Trent Jordan Watt pues el #90 consiguió 4.0 sacks y se puso a sólo 1.0 sacks de alcanzar el récord de todos los tiempos en este departamento, en manos de Michael Strahan.

Muchos dirán que en 2001, cuando Strahan logró este hito la temporada tenía 16 partidos, y la 2021 tiene 17. Es cierto, pero habrá que recordarles que en ese lejano 2001, Strahan jugó como titular los 16 partidos mientras que en este 2021, T.J. Watt sólo ha jugado 14 partidos y sólo en 11 de ellos estuvo en la cancha más del 50% de los snaps.

Es decir, que de batir el récord del #92 de los Giants, el muchacho nacido en Pewaukee, Wisconsin lo conseguirá en 15 partidos (y sin la ayuda de Brett Favre).

4.0 sacks parecen no ser mucho, pero esta cantidad lo coloca empatado en el 2o lugar de los Steelers para más sacks en un sólo partido, empatado con Joey Porter, Jerroll Williams y Edmund Nelson. El récord de más sacks del equipo en un sólo partido pertenece al encantador de serpientes Chad Brown con 4.5 sacks. Es decir, Watt se quedó a sólo 0.5 sack de alcanzar y a 1.0 de rebasar al #94.

Hasta el momento, en la historia de la NFL sólo dos hombres han llegado a los 71.0 sacks más rápido que T.J Watt: su hermano J.J. Watt (74.5 en sus primeras 5 temporadas) y Reggie White (81.0 en sus primeras 5 temporadas)

NAJEE IS THE ONE

Ofensivamente en la noche de Ben, Najee fue la luz que iluminó el estadio. Ingresó a Heinz Field necesitando 72 yds para rebasar a Franco Harris como el novato de Steelers con más yardas por carrera (récord vivo desde 1972) y salió del estadio con 188 yds en su haber y el mejor partido de su joven carrera hasta el momento.

Pero no sólo fue el mejor partido de lo que va de su carrera. Las 188 yds por tierra son la mejor actuación para un RB novato en la historia de la franquicia dejando muy atrás las 146 yds que consiguió Byron «Bam» Morris en 1984.

Es cierto que las 1,055 yds del gran Franco (quien estuvo anoche en el estadio) las consiguió en sólo 14 partidos, mientras que las 1,172 de Najee las ha logrado en 16 partidos hasta el momento. Pero si checamos el promedio de yardas por partido de cada uno, el actual #22 no está tan alejado del legendario #32, pues Franco tuvo un promedio de 75.4 yardas por partido en 1972 y Najee está teniendo hasta ahora un promedio de 73.3 yardas por partido. Y en cuanto a TD se refiere, Najee Harris está a 1 TD de alcanzar la marca de 11 TD para un novato RB de Steelers en poder del propio Franco.

Además, Najee se convirtió en el novato que más ha tocado el balón (366 veces) sin cometer ningún fumble en la historia de la NFL.

Tras una temporada muy complicada, ayer Heinz Field por fin conoció los verdaderos alcances del muchacho que seguramente se va a convertir en el referente ofensivo del equipo tras la partida del #7